¿Por qué es importante manejar la frustración?

¿Has sentido tristeza, rabia o impotencia luego de una situación inesperada? ¿Un despido laboral? ¿Una ruptura amorosa? ¿Unos planes no realizados? ¿Una carta que no llegó? ¿Unas noticias devastadoras? A veces creemos que todo lo que queremos en la vida podemos obtenerlo. La verdad es que esta es una falsa creencia que a través de los tiempos se ha ido incrementando en nuestras sociedades.

La frustración, contrario a eso, aparece ahí para confrontar con las expectativas que has construido y te golpea emocionalmente con las metas no alcanzadas. La frustración  es importante manejarla porque está presente en muchas instancias vividas; no es un evento que ocurrirá una sola vez en tu existencia. Pero, toma aire, es posible desarrollar mecanismos que permitan la tolerancia a la frustración y a gestionar con madurez las emociones.

La importancia de manejar la frustración ─o la tolerancia a la frustración─  es una habilidad que ayuda en el desarrollo mental saludable. Es importante saber que manejar la frustración te enseñará a renunciar a ciertas cosas que no contribuyen en tu crecimiento personal y también aprenderás a establecer prioridades y ser consecuente a estas.

Además, manejar la frustración es importante porque vas a lograr enfrentar con mayor fortaleza y entereza todas las situaciones inusitadas que presenta la vida y te dará mejores herramientas para encarar las dificultades.

Aquellas personas que no aprenden a manejar la frustración suelen ser personas que quieren obtener resultados rápidos y pronto, suelen darse por vencidas sin haber trabajado en las dificultades que se suscitan en el día a día y podrían ser intolerantes con las pérdidas y ganancias de los otros, afectando la empatía y la resiliencia.

Ahora bien, uno de los primeros pasos para manejar la frustración es la identificación de esta; por eso, definamos qué entendemos por frustración.

¿Qué es la frustración?

La frustración nace de un deseo o un anhelo que no se cumple en la persona. Es la respuesta frente a un obstáculo que se presenta cuando no se puede conseguir algo que se desea. En este sentido, la frustración es un estado emocional que aparece cuando nuestros proyectos no se realizan, las necesidades no se satisfacen o cuando la realidad se contrapone a las expectativas.

La frustración es una emoción compleja porque genera otras emociones como rabia, tristeza, angustia, depresión, ira, ansiedad, impotencia, etcétera. En algunos casos, incluso, la frustración viene acompañada de pensamientos y deseos autodestructivos que afectan la autoestima.

Sin embargo, aunque la frustración es incómoda, es una situación personal que es transitoria, lo que la hace reversible, a menos que se convierta en una alteración patológica de mayor gravedad, sobre todo si hay resistencia a aprender a manejarla o tolerarla.

Es posible que tú seas una persona con baja tolerancia a la frustración y no lo sabes. A continuación veremos algunas características identificadoras.

Síntomas y características de las personas con poco manejo de la frustración

Lee con detenimiento:

  1. Les cuesta identificar qué emoción están sintiendo.
  2. Presentan intranquilidad, son impulsivos, muy perfeccionistas y estrictos.
  3. Suelen desesperarse con rapidez. Desean tener resultados inmediatos. Si no obtienen lo que quieren cuando lo desean, presentan reacciones explosivas en su estado de ánimo; pueden pasar de la tranquilidad a la rabia en pocos minutos.
  4. Son inflexibles en sus pensamientos. Suelen ver el mundo en blancos y negros, los grises (o puntos medios) no existen para ellos.
  5. Debido a que son tan inflexibles, pueden tener dificultades para adaptarse y negociar con otros.
  6. Quieren toda la atención de lo que necesitan. A veces, incluso, pueden incurrir en chantajes emocionales para lograr sus objetivos.
  7. Se desmotivan frente algunas adversidades y obstáculos que no consideraron en algunas circunstancias, lo que los lleva a deprimirse y tornarse ansiosos con facilidad.

Si en algún momento has tenido o tienes algunas de estas características, ¡no te preocupes! Es posible aprender a manejar la frustración.

Algunos consejos para aprender a manejar la frustración

Te doy algunos tips que puedes tener en cuenta cuando te halles frente a una situación frustrante.

  1. Para manejar la frustración debes tener paciencia contigo. Hay momentos en los que hay que hacer un pare en lo que piensas. Dar vueltas sobre los pensamientos de frustración solo generará un círculo vicioso del que será difícil salir. Para no pensar en círculos cuando algo te haya generado frustración, haz otras actividades que te produzcan placer, como leer, hacer ejercicio, cocinar, cantar, bailar, etcétera. Esta pausa te ayudará a tener tiempo para generar una respuesta más adaptativa a la situación.
  2. Para manejar la frustración, confronta lo que crees en el momento.  La frustración trae consigo creencias irracionales que pueden incrementar los sentimientos negativos. Para manejar la frustración es importante identificar estas creencias irracionales para gestionarlas de mejor manera. Para tolerar la frustración, pues, en primer lugar, prioriza tus deseos y necesidades. Pregúntate: “¿Este plan debe ser satisfecho inmediatamente o puede esperar?” Esto te ayudará a darle tiempo a cada deseo o necesidad. En segundo lugar, pregúntate qué sientes: ¿qué impulsos te invaden? Evalúa las consecuencias que traería darle rienda suelta a tus estímulos. Por último, para aprender a manejar la frustración muchas veces, evita situaciones, personas o cosas que te puedan generar tensión. Mereces tomarte un tiempo para alejarte de lo que te causa un sentimiento dañino.
  3. Para manejar la frustración, entrénate en ser proactivo. Luego de toda esta identificación de emociones y que has tomado un tiempo para enfriar la situación, considera medidas para posibles eventos similares en el futuro. Ser proactivo te ayudará a manejar la frustración porque te permitirá tener respuestas previas frente a momentos posteriores. Te doy dos recomendaciones:
  • Ten cinco alternativas. Para alcanzar un objetivo, lograr una meta o realizar un plan, establece cinco alternativas posibles. Hacerlo permitirá un manejo de la frustración porque minimiza los posibles riesgos que puedan surgir.
  • Delimita pros y contras. Cada opción de riesgo requiere un análisis de los pros y los contras, lo que te permitirá determinar a qué te enfrentas y escoger la mejor opción.

La importancia de manejar la frustración se verá reflejada en tu día a día. Poco a poco podrás ver cómo construyes mejores fortalezas emocionales que te ayudarán a apalancarte frente a situaciones adversas, obstáculos y dificultades propias de la cotidianidad. Es posible manejar la frustración, hacerle frente y salir victorioso de ella. ¡Te animo a continuar!

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