Los tipos de depresión y sus tratamientos

Hoy se hacen esfuerzos para dialogar de la depresión y abandonar la idea tabú de esta. Es importante que sepas que podrías padecer un tipo de depresión y no saberlo, pero que un tratamiento oportuno te puede ayudar a salir de ella.

La depresión se comprende como una situación más grave que la tristeza, que se prolonga en el tiempo y que cambia las dinámicas sociales, laborales y personales. La depresión es la enfermedad que más invalida significativamente a quien la padece: es la principal  causa de discapacidad en el mundo y aumenta las comorbilidades.

Algunos datos de la OMS estiman que cerca de 300  millones de personas padecen algún tipo de depresión en el mundo. En América, aproximadamente son 50 millones quienes sufren esta patología. La depresión afecta más a las mujeres que a los hombres y puede llevar al suicidio. Desde 2005 a 2015 hubo un incremento del 18% en personas que padecen algún tipo de depresión.  A pesar de estas cifras, la depresión es superable.

Eventos desencadenantes de la depresión

Hay situaciones que se escapan de tu control u otras inesperadas que pueden sumirte en algún tipo de depresión. La depresión puede aparecer si

  • existen eventos importantes para ti ─incluso algunos felices─ como un trabajo, un noviazgo, casarse, un viaje, etcétera;
  • si bajo ciertas circunstancias o situaciones se vive una situación estresante, como la pérdida del trabajo o de un ser querido, dificultades familiares, personales, pánico, entre otras;
  • cuando se ha vivido situaciones de abuso físico, sexual, mental, laboral;
  • cuando se ha sido víctima de aislamiento social, violencia sostenida;
  • cuando se ha abusado de sustancias como drogas o alcohol.

Tipos de depresión

Ampliaré un poco más qué se comprende por depresión. Como aseguré, la depresión se diferencia de los cambios habituales de nuestras emociones en cuanto a cómo abordamos las dificultades propias de la vida diaria. La depresión es un estado de tristeza persistente que se caracteriza por la pérdida del interés en situaciones o actividades que suelen disfrutarse ─en un tiempo de al menos dos semanas─;  además, la depresión afecta el desempeño habitual dentro del trabajo, la escuela y la familia.

Es importante estar alerta a algunas señales que te indican si estás sufriendo algún tipo de depresión. Entre los síntomas más habituales de esta enfermedad tenemos:

  • Estrés, pánico, desesperanza, culpa, deseos de morir, pensamientos de autolesión y suicidio.
  • Disminución de la concentración.
  • Ganas de dormir más de lo normal, insomnio, pesadillas.
  • Sentimientos constantes de inutilidad.
  • Intento de suicidio.
  • Experimentar inquietud sobre temas irrelevantes.
  • Pérdida del apetito.
  • Frustración, temor, irritabilidad frecuente, ira.

Aunque pareciera que la depresión se presenta de una sola forma, esto no es cierto: existen varios tipos que responden a situaciones o tratamientos particulares. A continuación, veamos los distintos tipos de depresión.

Tipos de depresión

Trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo: Es un tipo de depresión que se caracteriza porque el paciente se siente siempre enojado, con rabia, colérico; también la persona llora con frecuencia o está muy triste.

Depresión mayor: Es un estado depresivo en el que existen una combinación de síntomas que se mantienen en el tiempo. En este estado, el interés por realizar actividades cotidianas es poco y con síntomas claros, por lo menos en un tiempo de dos semanas.

Depresión persistente  o distímico: Es un estado permanente de disminución en el ánimo. Suele confundirse con la depresión mayor, aunque en realidad pueden coexistir. Se diferencian en que la distimia suele tener una intensidad menor en relación con los síntomas, pero es más crónica en el tiempo. Es un estado latente de afectación en las emociones, que se caracteriza por un desinterés generalizado y que se acompaña de baja autoestima. No suele ser incapacitante, a pesar de interferir en el desenvolvimiento habitual de la rutina y en la percepción de plenitud.

Trastorno disfórico premenstrual: Es el que se suscita días previos al ciclo menstrual. Se asocia con los cambios hormonales que pueden venir antes de iniciar el periodo; en general, mejora después que finaliza este.

Depresión inducida por medicamentos: Es la que surge por el abuso de sustancias, sean recetadas por alguna afección médica o por el consumo de drogas  recreativas.

Depresión reactiva: Es la que aparece cuando una situación la provoca. La persona manifiesta tener una incomodidad mayor a la que podría pasarle en situaciones similares.

Depresión posparto: Es la que ocurre luego de que una persona gestante da a luz. Puede aparecer recién terminado el parto y se extiende de tres meses a un año; puede tener síntomas de leves a severos.

Tratamiento

Como he asegurado, a pesar del tabú, ya existen grupos de apoyo e  interacción entre pacientes y profesionales para establecer un diálogo alrededor del tema de la depresión. Todos los esfuerzos apuntan a un solo objetivo: es posible superar algún tipo de depresión, con un tratamiento oportuno. Si has tenido algunos de los síntomas expuestos o ya has sido diagnosticado con algún tipo de depresión, puedes estar seguro de que la salud mental es prioridad y que puedes ver luz en medio de ese caos. ¡Sentirse deprimido no es una debilidad!

Los tratamientos que se usan para tratar algún tipo de depresión son, en general, tres: medicación, psicoterapia y combinación psicoterapia-medicación.

1. Medicación

Aunque hay muchas personas que le temen a la medicación, esta suele ser una opción aplicable y oportuna para personas con tipos de depresión moderados, graves o menores, en los que solo la psicoterapia no responde a las necesidades del paciente, quizás por algún desequilibrio químico en el cerebro o por persistencia de síntomas. Sin embargo, la medicación puede ser innecesaria en personas con episodios leves de depresión. En todos los casos, la compañía psiquiátrica permitirá establecer los medicamentos y la duración de este en el proceso.

2. Psicoterapia 

Es una alternativa satisfactoria para aquellos que poseen depresión con síntomas leves. El contacto psicoterapéutico es útil desde un primer momento para direccionar al paciente en su tratamiento, cualquiera que este sea, incluso si presenta comportamientos o pensamientos de suicidio o se afecta la funcionalidad; también funciona para aquellos que han sido diagnosticados a partir de un evento o situación estresante.

3. Psicoterapia-medicación

Se suele aplicar esta combinación cuando la persona ha sido diagnosticada con depresión mayor, en formas leves o moderadas, sin que se incida en comportamientos y pensamientos suicidas; el paciente posee un juicio adecuado, no es agresivo ni tiene comportamientos psicóticos. Suele ser la más aplicada en los distintos casos de depresión o como tratamiento de entrada.

Si consideras que puedes estar padeciendo algún tipo de depresión, ¡no temas en buscar ayuda psicoterapéutica! Este primer acercamiento te direccionará a identificar creencias o comportamientos negativos, adaptarte a crisis y a dificultades cotidianas, mejorar tus relaciones personales, adquirir herramientas para la resolución de problemas, a aprender a identificar las causas particulares de tu padecimiento, entre otras. ¡No te quedes en silencio! ¡Es posible superar la depresión!

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